Solo necesito un respiro.
Parar, estudiarme, enfermar con todos mis jodidos defectos.
Solo necesito ser fiel a mí misma, leer mientras me calientas los pies. Solo
necesito que me digas que soy preciosa el día más monstruoso.
Necesito pasear mientras hablo de arte y dibujo sin querer
los sentimientos. Necesito ver el sol de vez en cuando, que me pongas crema
protectora mientras te ríes de mis manías. Necesito escribir una carta, poner
con la mejor de las caligrafías tu nombre y el mío.
También necesito que deshagas mi cama, que vengas por
sorpresa. Necesito fotografiarte y morir de amor comprobando lo guapo que
estás. Necesito la locura transitoria que todo el mundo odia. Sí, volverme loca
y que te enfades. Que me tranquilices, que me traigas chocolate.
Necesito que me niegues todos los caprichos, pero luego me
los ofrezcas espontáneamente y sin pensarlo. Necesito poder mirar unos ojos
azules, pero tirarme de cabeza en los tuyos color miel.
Necesito ser tu despertador, comerte a besos, que me abraces
hasta que duela. Necesito no decirte que te quiero. Necesito quererte.
Me necesito a mí. Y, aunque tú no lo sepas… te necesito a ti.