martes, 9 de febrero de 2010

Por el interés te quiero

Me la sudan los problemas del amor, los ires y venires de las estrellas fugaces ebrias a medianoche.
No me importan las personas superficiales e ineptas que sólo piensan en cosas absurdas.
Me la sudan las incorrecciones gramaticales, el "ni contigo ni sin ti" y las copas de vino a medias.
No pienso en la nostalgia, los encuentros, las lágrimas que no valen nada.
Olvido estar bien y no estarlo como olvido si paso un año al margen de mi vida.
Me da igual levantarme abrazando una almohada y que te marches sin darme un beso.
Y qué si tengo el corazón a la izquierda o a la derecha, si late, me va bien.
No pongo pegas si la cerveza no tiene espuma o si no me saben escalfar la sidra.
No me importa tener frío y no tener con qué taparme.
Me la suda estar sola, en crisis y viajar en patera por paraísos artificiales.

Y también me la sudan los putos vicios del corazón, sus putas manías y la gilipollez del romanticismo. Tan absurdo como una tarde de domingo sin retiro ni periódico. Sin sesiones de fotos esperpénticas ni vidas partidas por la mitad por cuestiones más importantes que cualquier falto de pago.
Zaguanes desnudos, como nuestras vidas tan vacías de principios como de ropa.

El fin del mundo se aproxima con una velocidad superior a la de la luz y arderemos a unos grados kelvin tan innombrables como imposibles en la Tierra.