lunes, 23 de mayo de 2011

Políticamente correcto

No suelo escribir de política, como dijo un genio: "es algo tan poco sexual". Pero hoy me salto las normas y me paro a reflexionar sobre esa realidad que nos rodea llamada política. Algo abstracto y tangible (bienvenida controversia), existente desde antes que Platón anunciase sus teorías. Pero, ¿Tiene algún sentido concreto? Sí, busca el orden, pero ¿orden? ¿para qué?

Y es que últimamente me pregunto por qué la política genera tantas inquietudes. Por qué ha sido la causa de guerras y por qué hay que luchar por ella. Vale, lo pillo, viviremos mejor, dejaremos un universo perfectamente utópico a nuestros hijos. Seré egoísta, pero no entiendo qué significado tiene morir luchando en una batalla. En el sentido literal y en todos los dobles sentidos que se le quieran adjudicar a la dichosa frase.

Veo mucha intolerancia en torno a mí, volando cual abejas a punto de inyectarme un veneno almacenado en el aguijón durante años. Y si hay algo que no tolero, es la intolerancia. Críticas, sí. Constructivas, ofensivas, pero críticas al fin y al cabo. Intolerancia no. Ni hipocresía.

He leído algo acerca de la Teoría de Cuerdas y las realidades paralelas, las dimensiones inalcanzables o alcanzables después de la muerte del individuo. Puede que existan o puede que no. Pero al fin y al cabo, como la política son eso. Teorías. Quiero praxis, necesito hechos.

Platón tenía razón cuando decía que el Gobierno ideal era el de los sabios. Y estoy de acuerdo pero, ¿Quién elegiría a los sabios? Seguro que algún analfabeto sin estudios.

Hasta a ti te pongo pegas.

1 comentario:

Trafalgar dijo...

Las guerras son inevitables, pues todos creemos que tenemos razón. La empatía es algo que carece de sentido en nuestra especie, prefiriendo un oscuro egoísmo antes que ayudar al prójimo. Siempre habrá ciegos jóvenes e ingénuos a los que engañar con palabras vacías para hacer la guerra o las revoluciones. Lamentable.

Como suele decirse: "Dulce et decorum est pro patria mori".

Espero que no me pongas demasiadas pegas.