martes, 6 de enero de 2009

Tu nombre y tus propósitos

Supongo que sí, que tenía razón “Fígaro” hace unos cientos de años, cuando optó por la libertad eterna en lugar del sufrimiento terrenal. ¿Para qué engañarnos? Todo lo que dejó plasmado el primer articulista podría estar escrito en un día como hoy.

Sin más, escuchando ando conversaciones arduas sobre el fin y la muerte. Esos últimos suspiros de desasosiego y desesperanza cuando al fin y al cabo, es un desenlace conocido. No es una leyenda con final abierto, o una novela con final feliz. No hay “fueron felices y comieron perdices” porque la felicidad no es un final, es el comienzo del dolor.

Pasearé por el nublado jardín e inmortalizaré momentos tiernos, de esos que no se ven en una rutina cotidiana emborronada por lo que creemos verdadero y no es más que basura y vacuidad.

Y como últimamente no paro de volar por una cuarta dimensión, viéndote de forma corpórea cuando mis párpados andan pegados gracias a Somnus y tu cuerpo se hace real por obra y gracia de Morfeo, decido seguir ahí, fantaseando con la débil imaginación que me fue concebida. Porque el sueño siempre es mejor que esta realidad que, volviendo a mencionar a Fígaro, yace en un sepulcro de mentiras y máscaras.

Y no sé porque aguantamos el tenebroso desenlace. Supongo que somos muy ignorantes para saber que lo que hacemos aquí es alargar el tiempo y someternos a las leyes de la naturaleza.

Podría hablar mucho de ti, porque hay algo que nos une. El refugio interior, también obstaculizado por espesas cortinas de represión y rebeldía.

“Quise refugiarme en mi propio corazón, lleno no ha mucho de vida, de ilusiones, de deseos. ¡Santo cielo! También otro cementerio. Mi corazón no es más que otro sepulcro. ¿Qué dice? Leamos. ¿Quién ha muerto en él? ¡Espantoso letrero! ¡Aquí yace la esperanza! ¡Silencio, silencio!”

Pues SILENCIO, y que así sea.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

eso digo yo!! xo me has perdido completamente!! no entiendo muchas cosas

Anónimo dijo...

x + veces q lo leo me cuesta entenderlo, xo llama al personaje Juan.