Creo que en mi interior aún queda algo. Quizás es el duende de mi conciencia que ebrio, me empuja a encontrarte.
Ya son demasiados golpes. Y fracciones de segundo rotas por la llamarada que despierta tu imaginación en mí. Pero aún así, confío en él y me tiro de cabeza. Puede que la piscina esté vacía, pero estoy cansada de escuchar a la voz sobria y estricta. Estoy cansada de sopesar con balanza cada una de las decisiones y las consecuencias de mis actos.
Es época de cambios. Ya me lo dijo mi subconsciente en un sueño un tanto extraño. El verano está a la vuelta de la esquina y poseyéndonos anda la ligera luz de luna menguante. El cielo despejado y mil estrellas a nuestra disposición.
Me voy a saltar las reglas. Por una vez, nadie se dará cuenta. Te regalaré una estrella. La que menos brille, para que con tus susurros la hagas lucir de nuevo. Bailaremos hasta que el sol rompa nuestra cómica tragedia. Y disfrutaremos viviendo solos, acompañados de luces de neón y flashes ochenteros.
2 comentarios:
De ilusiones se puede vivir, aunque no te lo recomiendo. Pero me gusta lo de las luces y los flashes, con música ochentera, y dislocaté el cuello bailando!
Tú lo has dicho y yo lo he desatado, es época de cambios en tiempo estival, es época de fotografiar tu amor con polaroid.
Si, yo tb me tiraría si tú me lo dices así tiene que ser la confianza y si saltate las reglas porque me gusta ese lado tuyo de "rockera" vividora.
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