jueves, 8 de mayo de 2008

Lloviendo se ve borroso

Hoy ha llovido. Bueno, realmente ha diluviado, y después de unos días de sol y buen tiempo, no es lo que más apetece. De hecho, no sé muy bien si será casualidad, pero las miles de cosas que me suelen rondar por mi cabeza, se desvanecen para dar paso a esa ligera tempestad primaveral. ¿Cómo consigue tal efecto en mi cabeza?

Francamente me decanto porque los días de lluvia son mucho más sensibles. Para salir a la puerta de la calle hay que coger los imprescindibles: paraguas, botas, chaqueta... Vuelta a la rutina invernal que tanto jode.

Las nubes llorosas vierten sobre unos humanos imperceptibles todo su dolor. Dejan caer la suciedad de sus almas y nos empapan con sus ácidas lágrimas.

Me hace gracia que una ligera metáfora explique mi sensación de continuo fracaso. Necesito que la gente me vea tal y como soy. Sin máscaras ni prejuicios. Sin intenciones amargas por parte del receptor.

Pero pido lo imposible... Como casi siempre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Casi nada es imposible, y casi nadie creo que pueda evitar verte tal y como eres, véase un encanto impredecible.
Pero la sensación de fracaso la tenemos todos en algún momento y los días de lluvia ayudan a magnificarla (¡que faena!).
A mi no me gustan, me parecen un coñazo y un fastidio, sólo quedan bien en fotos y pelis.
Si estás en estado comatoso, pégate un día de relax total y absoluto ¡que le jodan al mundo! y dedícate a quejarte interiormente, a no hacer nada, a aumentar las causas de tu malestar y ya verás como al día siguiente, se ve todo diferente.

Nos vemos mañana golfa

Lady of light dijo...

Yo creo que todo es depende del día que tengas, o la época. Los días de lluvia también tienen su encanto. Te impiden salir y tomar el sol en bikini, pero poco más. A mí, a veces, me ayuda ver llover desde la ventana, escuchar las gotas caer, mientras yo intento ordenar las miles de ideas que rondan por mi cabeza. De vez en cuando, no viene mal.

Respecto a lo imposible, a tu imposible, creo que te conozco bastante más de lo que crees. A parte pienso que es mútuo. Por ejemplo, ya no me sorprende nada que nuestros pensamientos coincidan al ser pronunciados.