martes, 6 de mayo de 2008

Zapatos perdidos

Después de una buena dosis de inocencia perdida y sentido común, deparé en algo antes invisible.
Unos tacones de 10 centímetros no sostienen por demasiado tiempo un ego más alto de lo normal, y mucho menos acompañados de unos cuantos chupitos de nombres sugerentes.

Al final la cenicienta pierde el zapato y el lameculos de su príncipe acude a su encuentro con la pareja que falta para completar el par de Manolos que perdió.

Será golfa e irresponsable la hijastra... Encima que encuentra estilista (hada madrina, creo recordar) para que la aconsejara en la próxima fiesta privada de su majestad, se deja el calzado... por si surge...

Al fin y al cabo la realidad y la ficción se dan la mano, porque: ¿Quién no trama hoy en día maquiavélicas locuras para quedarse con el príncipe? Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra... o eso dicen.





¿Lo ven? Cenicientas somos todas...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

cenicientas desencantadas

Lady of light dijo...

supongo q sí, q cenicientas somos todas, pero la etapa de fregar suelos a una les dura más q a otras y el reloj en vez de sonar a las 12 suena antes o después. pero príncipes sí q tenemos, y zapatos 10 cm ...ummm bueno, eso no lo sé!!

Ana_SepulvedaG dijo...

A mi la etapa de fregar suelos me duró mucho y por desgracia el reloj me sonó a las 10.30 y me tuve que ir a mi casa a ponerme el chándal y a vivir mi vida.

Anónimo dijo...

A mi se me detuvo el reloj... no se si es por falta de darle cuerda o ¿iría a pilas? No estoy muy segura, pero tampoco tengo ganas de averiguarlo...

Los príncipes por ley siempre acaban convirtiéndose en sapos (eso es lo que dicen en todas las películas... y yo fiel y fantasiosa creo 100% en su argumento)

Un tema que me preocupa mucho...
Estoy empezando a sufrir los primeros agobios y los primeros ataques de preguntas inoportunas, me explico con el ejemplo de una película: El diario de Bridget Jones.
Los actos familiares de “obligatoria asistencia” empiezan a asquearme bastante...
¿Por qué? Porque siempre te encuentras a esa “familiar” que lo primero que hace cuando se dirige a ti es: preguntas... ¿Y el novio? Continua con: ¿Cuándo nos lo vas a presentar?
Ejem ejem, haber querida Sra. Familiar mía (por desgracia): NO TENGO ACOMPAÑANTE, ¿le queda claro?
{{ Lo malo es que no será la única en preguntarlo... }}

Claro que podría contestar como la protagonista de 27 vestidos: No me caso porque así podré tirarme a todos los que quiera... (tampoco es que sea el caso... jeje)

En fin... que no se porque te estoy contando esto, no venia muy a cuento, pero me a servido de terapia... y ¡que me quiten lo bailao!

Pues nada que me a encantado tu blog...
Es muy tu, muy DIVA...

Bueno 1bsito enorme de la GLAM STAR*

Tq*


Y yo sigo fregando suelos...