domingo, 27 de abril de 2008

¿Quién dijo fácil?

Desde mi mundo de color de rosa no se ven las cosas tan distintas. En él el dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional. Podemos ver lo catastrófica que puede resultar la vida cuando se nos va de las manos. Se llora, cosa que a veces se convierte en una rutina. Se peca, porque la vida sería demasiado imperfecta si el libertinaje fuera la ética.


Desde un corazón consumido cual incienso también se evalúan los comentarios discrepantes. Se sonríe, quizás falsamente y de manera absurda. Se quiere, con menor intensidad pero con mayor seguridad. Se besa, aunque a veces el tiempo se nos va.


El matiz son los colores. A veces rosa ¿Porqué no?, pero otras el negro ensombrece cada gesto. Y en algunas ocasiones (pocas, ¿para qué engañarnos?) la imparcialidad del blanco nos ayuda a seguir permaneciendo estables.


Pero a mí el que me gusta es el verde: el color de la esperanza para muchos, o de la muerte para Lorca. El mismo que tiñe al monstruo de la envidia y el que nos camufla cuando no queremos ser vistos. La positividad, el encendido, el "atraviese el paso de cebra". El disfraz del niño que no quiso crecer. La salud y a veces el sexo. Incluso, da un brillo de esbelta tranquilidad a mi manzana prohibida.
Perfecto, como la vida misma.




Verde viento, verdes ramas. El barco sobre la mar, y el caballo en la montaña.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Imparcial el blanco? Pues sí, que se lo digan a los vestidos de los domingos de las niñas que se apoyaban en las paredes encaladas.
O a los márgenes mínimamente enturbiados de grafito del lápiz del arquitecto.
O incluso, al fondo de mi comentario, que no va a hacer que parezca mejor ni peor.
Tranquilidad, estabilidad... El verde de los campos de trigo que resurgen ahora de la tierra y me miran cuando voy corriendo, me dan tranquilidad.
El verde es el color más querido, de hecho, cuando ibamos a tercero de primaria, nuestro equipo, se llamaba "El equipo verde" (tras el cambio de "el equipo rojo") ... Me parece que fue en ese orden, JJ se acordará exactamente.
No obstante, hay una canción que dice: No es tan fácil ser verde, te confunden con la hierba y te pisan...
Me gusta mucho este escrito, pequeña, sobretodo el final. Colorida poetisa...
gazpabesos

-Fudfa-

Anónimo dijo...

Por cierto, como sé que vas "a la última" , no me vengas mirando sólo los comentarios de esta entrada porque he esparcido varios por ahí (como el goloso insecto que picotea de acá y de allá el suculento néctar de las flores que encuentra a su paso)

Anónimo dijo...

Creo que yo podría decir q mi mundo no es de color de rosa (igual q mi príncipe no es azul): como todo para mí, me ha desteñido, y va por rachas. Desde peque he odiado el verde, a mí me volvía loco el rojo (pasión, qué se le va a hacer, la llevo dentro!!!! ajejaeje). De todas formas, después de esto, hoy decido quedarme con el color verde: para poder esconderme un poquito y también para disfrutar un momento de la maravillosa imaginación de Peter Pan... Qué se le va a hacer, hoy me toca, y por lo que veo, a ti también.


Ya ves.

Anónimo dijo...

De vuelta a los colores??? me parece genial, son los que dan vida a nuestras vidas, los que las hacen tan diferentes unas de otras, al igual que el anónimo anterior, al cual, su risa le ha delatado por completo, yo tambien decido quedarme con el verde, pero no para esconderme, sino porque es el color oficial para los dias en los que te sientes bien, en esos en los que te levantas con una sonrisa de oreja a oreja y el resto del dia solo te parece eso, el resto...y esto a quien hay que agradecérselo?? o a que se debe todo esto?? pues yo se lo agadezco a las manzanas prohibidas y en especial a la que yo considero como tal, que normalmente suele ser marrón, aunque a veces sea verde, o incluso roja, como de domingo..jeje.
En fin, una vez dicho esto, solo me queda dedicarle un aplauso a la autora.

Ana_SepulvedaG dijo...

Necesito contestar a vuestras leves muestras de admiración ocultando vuestro odio y envidia vulnerables seres de mi planeta.

Fudfa: Me parece un grandísimo honor que te bajes del pedestal tan alto que te tengo construído sólo para firmarme. Y decirme cosas tan bonitas como esa. Me gusta creer que te gusta mi texto, mi pasión y mi felicidad. De hecho pequeña sister tú me creas muchas veces una risueña felicidad que trato de ocultar para que no caces mi hoyuelo, pero me es imposible.

Anónimo1: Destiñen miles de príncipes, diosa de cuento de hadas. Pero hay que lavar blanco con blanco, rojo con rojo y azul con azul para que la cosa se quede en casa. Sé que algún día encontrarás todo lo que te mereces. Porque las princesas a pesar de notar hasta un guisante en 10 colchones, son perfectas. Como tú.

Anónimo2: En los colores últimamente me has hecho creer tú. Con tu magia y valentía al aguantarme. Manzana marrón, verde o roja. Es igual porque la esencia es la misma. Yo te aplaudo a tí, porque no creas que es tan fácil hacer que un alma muerta, resucite como si nada. y tú, lo has conseguido.

Gracias por escribir.Me

kief dijo...

¿Con qué piensas en verde eh?
Es un color bello, un creador de vida, un manantial en mitad del desierto; huele a césped recién cortado, a chicle de menta, a la yerbabuena de mi mojito. El verde es un color que me sabe amargo dado que tomo mate, a veces ácido, si me escapo a media mañana a la frutería... y si no tienen manzanas rojas, mis(s) preferidas.
El verde es un color que nos cae y nos sienta muy bien, Lorca se lo inventó, quizás porque él podía hacerlo en su surrealimo puro; y sí, tu favorito también es maduro si viene del azul del Mar...del Cielo y del amarillo chillón de un Sol bien visto.