lunes, 7 de abril de 2008

Ellos

Eran simple y llanamente un amor de los que nacen y no mueren.

La locura de la edad, quizás hizo desvariar a esas dos pequeñas almas que se atraían como polos opuestos que eran. Quinceañeros, creo recordar. No puedo volver muy bien al momento en que tomó rumbo la pequeña (o gran) historia que crearon, pero recuerdo perfectamente esas sonrisas cómplices. No había más que escuchar los mensajes de él leídos por ella: "Dice que soy miss mundo" (con sonrisa ensoñadora). Yo más bien de ese mensaje entendí "Eres MI mundo". Y tanto que lo fue.

El destino jugó con cartas marcadas. Primero un sí, más tarde un no. Pero estaba escrito que vivirían una bonita historia juntos, que marcaría un antes y un después en la vida de todos los que rodeábamos a esas dos entrañables criaturas. Mi carne y mi espíritu, esos eran ellos.

Eran increíblemente atractivos. Las sonrisas de ella cautivaban a todo el que se topaba en su camino. Y que decir de la personalidad arrolladora de él, que a más de una dejó suspirando por un beso. Pero estaban juntos. En esos momentos, parecía que nada ni nadie iba a romper esa maravillosa aventura. Pero lo que la vida da, también te lo quita.

Todos estábamos enamorados de ellos. Sencillamente se les quería como buen equipo que formaban.

Pero los polos opuestos, al igual que se atraen, hacen saltar chispas en cualquiera de sus momentos más calientes. Y los suyos eran principalmente las discursiones, o quizás la intolerancia.

A pesar de que no podían vivir el uno sin el otro, tomaron la decisión (maldita decisión) de seguir caminos diferentes. Y nos dejaron a todos con el corazón en un puño esperando que un día esa historia reanudara. Pero ya ves, como la vida misma, todo tiene un final.

Sin embargo, aunque el final llegó, no hay nada que no se pueda arreglar con un poco de imaginación y literatura. Y como para mí esa historia no tuvo final, me dedicaré a recordarla y a escribir el desenlace que me de la gana.

Para eso soy yo la autora, que se han creído.

"Y tú, ¡devuélveme la vida!"

5 comentarios:

Facebrrr dijo...

Que conmovedor...te tengo que decir que no es uno de esos textos que te dejan sin palabras, a mí me las ha dejado todas en la boca, y me las he tenido que tragar.
Me gusta escribir, me gusta tener el control de mis personajes, a pesar de que no les conozca de nada, me gusta hacer finales tristes, y poder arreglarlos a mi antojo.
Pensaba que me ibas a sorprender con alguna rayada filosófica, con algo de ego, a cerca de cosas del día a día de la vida real. Pero me ha emocionado mucho más tu reflexión sobre algún pasado, de alguna hitoria de amor, que de vez en cuando no hace mal publicar, yo voy a seguir con la mía, y espero que te guste!

Cada vez estamos más cerca de ser unas auténticas bohemias...

2000 razones para olvidarme de todo dijo...

probando probando

2000 razones para olvidarme de todo dijo...

por fin sé...

jops qué historia más increible, al igual que fulanita no tengo palabras, me dejáis las dos sin cosas qué decir porque sino enturbiaría tan bonitos textos con mis comentarios así que apenas diré nada..

cada vez nos sorprendemos más mutuamente y claro que nos copiamos mutuamente xq al igual que vos yo tmb le escribiré en cada post__

qué genial eres, cada día quiero más a una persona que solo he estado unos 104 minutos con ella en toda la vida y que espero que esto fluya porque personas tan maravillosas no pueden escapar de mis garras jamás..

la historia: en cuanto la leí esbocé una sonrisa que me hizo como mínimo crecer en mi interior

besitos

Anónimo dijo...

Muy bonita la historia, pero como a mi no me gusta escribir mucho sobre temas que no controlo, sólo pongo esto.

Anónimo dijo...

Ellos... Quién lo iba a decir. Esa es la vida. La puta realidad o los antojos de la literatura. Te diría mil cosas y al mismo tiempo me las callaría todas. Por el recuerdo. Por el presente. Y por lo que me queda por vivir. Esa parejita fueron "Ellos" por un tiempo, un tiempo maravilloso (y quien lo niegue, miente). Digan lo que digan eso no lo borrará nadie. Ni él, ni ella. Lo sé. Y pase lo que pase. Supongo que así es el amor. Y eso era amor verdadero. Que también lo sé. No habrá nunca más en ningún lugar del mundo unos Ellos como ellos. Nada igual. Ni siquiera parecido.

A mí me robaron la vida aquellos quince años. Todavía espero que me la devuelvan. Aunque a lo mejor ya no la quiero, quien sabe. La idea de haberla entregado no me entristece. Entregué aquellos maravillosos años. Y las broncas y discusiones, hoy día, me dan igual.




Yo soy ella. No me devolvió la vida ni yo se la devolví a él. Y nos pedimos perdón por todo. Aunque, tal vez, nunca sirvió de nada.




Nunca habrá otro Él. Pero habrá muchos otros. Y la idea también me gusta.