miércoles, 9 de abril de 2008

Verde que te quiero verde

Paso las horas mirándole, sin hablar. Ni la tormenta más grande me podría privar de mi capacidad de concentración cuando se trata de él.
Sé que nunca será mío, pues ahí está ella, absorviendo cada gota que él da. Pero me gusta imaginar como sería mi vida y la suya teniéndonos al lado.
Lo que más me gusta de él es, sin duda, su mirada. Habla con los ojos. Por eso perder mi tiempo no es tal, si lo miro a él.
Es mi manzana prohibida, la que si algún día pruebo, caería el mito, oscureciéndose mi vida a su paso.
Sólo he tenido un par de momentos íntimos con él. Mirándonos fijamente como si una fuerza superior nos empujara a hacerlo. Pero simplemente han sido miradas, y algún que otro beso, interrumpido por los remordimientos.
No me deja saborear su espíritu. Y sé, que su mente oculta cosas, que sus ojos tratan de mostrarme.
También aseguraría que me quiere. Que cada beso infinito que le da a ella, lo hace pensando en mí. Porque yo también soy su tentación.
Sé que mi vida sin verle pasar cada mañana, no tendría ningún sentido. Incluso sin ella, no tendría sentido. Porque la nuestra, es una historia de tres.
Ella me mira, pero intenta no verme. Sabe que mi simple presencia le descompone.
Él me mira, y quiere morderme. Quiere conocer el sabor de mi piel, pero no puede. Se controla, al igual que me controlo yo. Porque ambos sabemos, que si nos probamos caeremos en la tentación de comer más, y no es posible.Por ahora me conformo con desearle, pero algún día tendré la manzana tan cerca, que no podré irme sin haber pegado un buen mordisco. Y no habrá marcha atrás…

4 comentarios:

Lady of light dijo...

Las manzanas prohibidas exiten para hacernos caer en la tentación. Les encanta. Pero una vez que la muerdes es como si ya se acabara todo. Su veneno nos quita las ganas de seguir comiendo pero el marrón ya lo tenemos encima. Ya estamos manchados de su veneno y marcados por su pecado.

Así que o se deja pasar, o se peca del todo. Quien sabe, a lo mejor el sabor del veneno no está tan mal y la manzana termina convirtiendose en media naranja o ¡¡el pastel de chocolate!!

Anónimo dijo...

Irremediablemente soy tu fan número 1. Y así seguirá siendo siempre que pueda. Porque me dan igual tus necedades, porque me alimentas con tus sueños plasmados y me quedo radiante si puedo leer estos trocitos de belleza de vez en cuando. Y quiero que te des cuenta de una vez que sirves. Y que eres maravillosa Betty.

- Una fan de Betty Boop -

Catastrophe dijo...

Pues si hay que pecar se peca, que la vida casta y pura es muy aburrida, además nunca puedes saber que va a pasar al hacer algo hasta que lo haces (aunque por desgracia muchas veces es fácil imaginarselo).

Anónimo dijo...

Verde que te quiero verde, una frase sugerente...bastante sugerente, diría yo, ya que colores hay muchísimos y son...colores, eso sí, menos el verde en su gran variedad de tonalidades, es un color especial, tiene algo de lo que el resto carece; yo soy muy dado a la moda y los colores y cuando me visto de verde, todo es deistinto, como más alegre cayendo inevitablemente en la tentación de controlar a toda persona que viste del mismo color...convirtiéndose todo en una agradable empatía..seguro que el resto también lo hace.
Ya me gustaría a mí ser la MANZANA PROHIBIDA de alguien...que me deseen con esa pasión, con esas ganas, pero deseando también que nadie quede en las sombras tras probar mi veneno. Yo creo que si la tengo, o que por lo menos la estoy empezando a tener, y si no morimos envenenados...de qué otra manera lo íbamos a hacer?? no existe una muerte tan dulce...en fin, dejando en evidencia estos poco coherentes pensamientos, he de decir que el que tenga una de esas tentaciones a la vista...que le dé un mordisco, que para eso están!!